Las
banderas del Príncipe de los Ángeles
“San
Miguel”, Cristóbal de Villalpando
(referencias en el texto)
Cada
29 de septiembre, el Santoral católico recuerda desde el siglo V la festividad
de San Miguel Arcángel, considerado
por la tradición cristiana como el “príncipe de las milicias celestiales”,
quien derrotó a Satanás en combate singlar. La veneración que recibe por parte
del pueblo de Dios se extiende de manera universal, no es el caso abundar al
respecto. A lo largo de la historia el Arcángel es invocado como
intercesor ante Dios en múltiples circunstancias. Por tradición se lo considera
uno de los patronos de la Iglesia. Como forma de señalar la importancia
angélica en la historia de la Salvación, en el año 2013 el Papa Francisco consagró a San Miguel como patrono del Estado del Vaticano, en conjunto con San
José.
Siendo
los ángeles seres puramente espirituales el Arte les asigna rasgos
antropomórficos con la adición de alas y un resplandor que representa su
presencia ante la Luz que surge de Dios, indicativo de que se encuentran en
perenne visión beatífica.
Tras
estos sumarios antecedentes vale afirmar que el Arte caracteriza a San Miguel como
un guerrero con armadura similar a las usadas por los legionarios de
Roma, aparece armado con una espada (a veces en llamas), en ocasiones suma una
balanza, indicativo de la justicia. Su cabeza rara vez está cubierta y, en la
eventualidad, el casco siempre deja ver su rostro. La imaginería propia de cada
cultura aporta sutiles adiciones a esta imagen paradigmática.
Sobre
esta base, me interesa aportar referencias sobre la relación entre estas representaciones del Santo Arcángel y la Vexilología. Dos son las perspectivas al respecto lo que habilita subdividir esta nota:
Primera parte: Las banderas que empuña el Arcángel
Si
la cultura cristiana lo considera como el general de los ejércitos divinos, es lógico
que lo manifieste en el lábaro que porta en combate. Obviamente, será la
bandera que se atribuye a la Dios, creador del universo, fuente de toda
Justicia y señor de la Historia, ya que en muchos casos la representación
celestial aparece con vexilos de estas características, bien sea de la Cruz con
fondo blanco o rojo, sin olvidar diseños alternativos. Sobre el punto se publicó
en este blog una serie de notas, a la que corresponde remitir[1].
Algunos ejemplos:
El
primero permite señalar un estandarte
rojo, que carga una gran cruz blanca en su centro, con el paño sembrado de
cruces menores.
“Arcángel San Miguel”
(Gaspar de Berrío, óleo sobre tela, ca. 1740-1760)
Casa de la Moneda de Potosí
El
próximo nos muestra el clásico vexilo cristiano de paño blanco con una cruz roja, sobre el que trato in extenso en las notas preindicadas.
“San Miquel Arcángel
derrota al demonio” (Miquel Esteve, óleo sobre tabla, ca. 1525) Museo de Bellas Artes, Valencia, España
Ahora
veremos otra bandera blanca, con una
peculiar forma de cruz, en gules.
“Arcángel Miguel” (Anónimo,
sine data)
San Cristóbal de las Casas, México
Otra
variante, en esta oportunidad la enseña porta una gran cruz paté, en gules disminuido, casi leonado. Esta inusual declinación
cromática permite que el símbolo no compita con la capa, con lo que se
jerarquiza al personaje.
“San Miguel” (Cristóbal de
Villalpando, ca. 1675- 1714), óleo sobre tela
Parroquia de San Pedro, Cholula, México
El
motivo de la cruz paté se repite,
esta vez con brazos convexos y
simétricos, sobre un vexilo de estructura farpada, que termina en borlas,
como en el caso anterior.
“Arcángel Miguel” (Autor
anónimo, óleo sobre tela, sine data)
Parroquia Santo Domingo, Chiapas, México
En
las siguientes obras, una cruz del tipo
procesional transformada en lanza lleva un pendoncito rojo o bien carece de
él:

“San Miguel atravesando al
demonio” (Joseph Lieferinxe, 1480-1500)
Museo del Petit-Palais, Aviñón,
Francia
“San Miguel y el Dragón” (Autor
desconocido, témpera, ca. 1430-1440)
Museo J. Paul Getty, Los Ángeles, California
La
identificación de San Miguel con la nación mexicana, de la que se considera su ángel
custodio, se evidencia en esta imagen, donde porta una bandera con Nuestra Señora de Guadalupe pintada sobre un níveo paño.
Esto sugiere que pudo inspirar al líder revolucionario presbítero Miguel
Hidalgo para elaborar aquella con la que encabezó la toma de Guanajuato (28 de
septiembre de 1810).
“El Arcángel San Miguel
derrota al demonio con el estandarte de Guadalupe”
(Autor anónimo, siglo XVIII) Museo de la Basílica de Guadalupe, Ciudad
de México
De
similar estructura pictórica que la anterior es este óleo sobre tela que carga
una Virgen María de una advocación no
determinada, pero que se correspondería a una Inmaculada Concepción.
Conforme a la dinámica que propone el fondo el vexilo es farpado.
“San Miguel Arcángel.” (Cristóbal
Villalpando, ca. 1686-1690)
Colección privada, ciudad de México.
En
la próxima representación se sustituyó el clásico lábaro por un vexilo blanco, donde campea el grito de
guerra que la tradición atribuye al Arcángel cuando enfrentó al demonio: Quis ut Deus (¿Quién como Dios?), lo que
es dable interpretar como: “¡Nadie como
Dios!”.
“San Miguel Arcángel”
(Autor brasileño, anónimo, s. XIX)
San Salvador, Bahía, Brasil
Como
una curiosidad se muestra una
reproducción de la obra anterior, que fue intervenida para asimilarla al sentir
de Nicaragua, cuyos colores fueron repintados sobre el estandarte, referenciar así
a su bandera nacional.
“San Miguel Arcángel” (Autor
anónimo)
Parroquia homónima, barrio El Guineo, Matagalpa, Nicaragua
Resulta
de mucho interés este óleo, donde el Santo porta una bandera blanca con el monograma característico de la Compañía de Jesús,
la Orden Jesuita, expulsada del imperio español por orden de Carlos III. Contiene
el monograma “JHS” (“Jesús, Hombre y Salvador”) inscripto en un Sol de rayos
rectos y flamígeros, al que algunos denominan “sol jesuita”. Constituye un
silente alegato ante la injusticia de la decisión real.
“San Miguel Arcángel” (Antonio
de Santander, siglo XVII)
Colegio jesuita de Tepotzotlán, Estado de México)
Se
presenta ahora un notable óleo que incorpora a la Santísima Trinidad, ante la
que el Príncipe de la Militia Dei
parece rendir cuentas de haber cumplido su misión. En su mano derecha lleva un
lábaro albo, en cuyo centro hay una figura con forma de Sol de contorno
irregular, con rayos rectos y ondeados donde se lee “Viva Jesús”, una expresión
triunfal un tanto ingenua, que con cierta
picardía recuerda demasiado al monograma jesuita. Es factible apuntar que
las letras están en rojo, color que en la Liturgia significa el martirio en
razón de la fe. ¡Todo muy sugestivo, verdaderamente!
"La Santísima Trinidad y
San Miguel Arcángel" (José de Paéz, ca. 1750-1790) Colección particular. Ciudad de México
Para
terminar esta sección, les presento la originalísima
bandera que vemos en manos del Santo Arcángel, que expone un triángulo,
símbolo de la santísima trinidad y el “ojo de Dios”, emblema de su
omnipresencia. Sobre esta imagen ya tuve oportunidad de extenderme en una
anterior publicación, a la que me remito en razón de la brevedad[2].
“San Miguel Arcángel”
Museo Arquidiocesano de Arte Sacro, Tucumán, Argentina
Segunda parte: El Arcángel Miguel en la
Vexilología actual
La
innegable importancia que la Biblia asigna al Arcángel se refleja en la
multitud de vexilos que lo muestran como su carga principal. Esto se potencia
por la correspondencia de su impronta militar con los tiempos de la caballería
medieval, también se advierte un notable grado de favoritismo en los
estandartes y pendones de las iglesias ortodoxas. Para este análisis
prescindiré de aquellos que tienen una naturaleza netamente religiosa. El orden
en que se presentan es aleatorio.
Bandera de la ciudad y la región de Kyiv (Kiev), capital de Ucrania. Desde antiguo carga la imagen el Santo Arcángel
sobre paño azul. Se oficializó en 1995.
Otras banderas ucranianas:
Región y ciudad de Ivano Frankyivsk y Skole (Lviv), Ucrania
Bandera de la región y ciudad de Arkangel (Rusia). Muestra el clásico saltire
celeste sobre paño blanco, propio de la Armada rusa y en su centro cargo el
escudo de la jurisdicción, con San Miguel como elemento esencial. Esto se
explica porque la ciudad fue el principal puerto marítimo del imperio, hasta
que fue desplazado cuando se construyó San Petersburgo, en el año 1703.
Banderas gemelas de Ignacio Allende. Fueron confeccionadas por este capitán novohispánico en 1810. Tras ser
vencido por las tropas realistas fueron llevadas a España como trofeo. Entre los
vexilos que muestra el conjunto central se observa a San Miguel de pie, con sus
armas; su inclusión se explica por cuanto se lo considera como ángel custodio
de la nación mexicana.
“Bandera Cruz” de Allende – Detalle de su carga, redibujada
Bandera de la ciudad de Palencia (Castilla y León, España), fue adoptada en el año 2025.
Nota: testimonio mi agradecimiento a ARCA Arte Colonial, portal del que tomé
muchas de las imágenes de este trabajo. Ref.: https://arcav1.uniandes.edu.co/